PRESENTACION DE JUAN VAMONOS DE PUTAS

El pobre Juan Vamonos de Putas creció escuchando a diario a sus profesores y a sus padres decirle que no valía para nada sano, que su cuerpo y su cabeza solo vislumbraban pecado. Pero él, se fijaba en sus hermanos mayores, dos mitos de la noche, y con los años vio que había salido a ellos, que para beber y salir a crear la histeria adolescente no solo valía, si no que era el mejor. Y este año por fin a encontrado esa motivación para hacer de cada día una historia más alucinante, los Premios W.

Aunque aparente estar drogormido, ninguna
virginalidad esta a salvo cerca de Juan.

Este atractivo gigantón borrachón, mete morro a todo lo que se le pasa por delante a partir de las 8 de la tarde. El récord de Wanchope de 38 cobras en una noche probablemente sería una miseria, si este ser no perdiese el conocimiento a cada noche dejando de recordar todos sus espectaculares actos.

Incansable cazador de cervatillas y de genética legendaria, sus dos hermanos bien podían seguir optando a estos preciados premios, pero últimamente miden sus noches y disfrutan viendo las féminas que Juan lleva a su casa, de hecho, esta frase se ha podido escuchar de palabras de uno de sus hermanos:
-“Desde que vivo solo y Juan trae chicas a mi casa, he superado mi numero de tetas vistas por semana... Y no he sido yo de ver pocas tetas.”

Amante de las grandes competiciones, se le puede ver optando a la victoria año tras año en su amada Politécnica, o aparcando encima de una rotonda al lado de los guardias botella de vodka en mano en su querido Parral. Insaciable webador, sus padres le han afirmado en más de una ocasión que puede ser un adicto al sexo, aunque ciertas voces comentan que no es tal, ya que han escuchado de palabras de nuestro protagonista, que prefiere darse besitos con 5 a chingarse a 1, algo verdaderamente bochornoso.

Uno de sus claros puntos a favor en esta competición es su trabajo, ya que en él está rodeado de féminas desde la apertura hasta el cierre, lo cual le lleva muchas veces, aunque Juan no quiera (cosa altamente improbable) a tachar X en baños ante la mirada atónita de clientes, y es que el límite de su lujuria es desconocido. Su total desvergüenza a la hora de decir barbaridades a las mujeres también le suele echar una mano importante a la hora de sumar bonificaciones, al igual que su sublime aguante físico en las grandes citas de la temporada. Citas en las que se le ha visto con la catalina grande desde los primeros compases de la etapa, hasta un mítico fin muchas horas después. También le ayuda a sumar el hecho de su eterna recuperación, rara es la noche en la que no se le ve fallecer en el suelo y levantarse poco después para seguir en cabeza de la demencia.

En su contra, las muchas noches en las que no otorga al alcohol ni un poquito de compañía, las sanciones que puede recibir por jugar constantemente en la liga de las menores (aunque todavía no se ha decidido si eso debe restar), su inusual trabajo en equipo y por supuesto, la UBI, que después de las sanciones recibidas hace muchos años, todavía le sigue teniendo en su punto de mira.

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